Es muy frecuente que las personas se pregunten qué diferencias hay entre un fisioterapeuta, un osteópata y un quiropráctico, o incluso un masajista. Para todas las personas que se dedican a la fisioterapia está clara la diferencia, pero no tanto para el resto de personas, incluidos otros especialistas de la sanidad. A continuación va nuestra pequeña aportación para intentar de despejar las dudas, y aprender si tengo que ir al osteópata o fisioterapeuta.
Índice
¿Qué es un fisioterapeuta?
Existen muchas definiciones para definir qué es y qué hace un fisioterapeuta. Una de las más relevantes la dio la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 1.968. Según la OMS, la fisioterapia es «la ciencia del tratamiento a través de: medios físicos, ejercicio terapéutico, masoterapia y electroterapia. Además, la fisioterapia incluye la ejecución de pruebas eléctricas y manuales para determinar el valor de la afectación y fuerza muscular, pruebas para determinar las capacidades funcionales, la amplitud del movimiento articular y medidas de la capacidad vital, así como ayudas diagnósticas para el control de la evolución».
Y todo esto, ¿qué quiere decir? Pues que es el fisioterapeuta está capacitado para aplicar un amplio abanico de terapias: no solo da masajes sino que puede aplicar técnicas válidas y necesarias en áreas tan diversas como la neurología o la respiratoria, pasando por cardiología, y sin olvidarse nunca el sistema músculo-esquelético, sobre todo con ejercicio terapéutico y medios físicos. También son capaces de realizar diagnósticos pro sí solos. Todo ello gracias a los conocimientos que van adquiriendo a través de la formación reglada universitaria, y que actualmente es de cuatro años en nuestro país.
En cuanto al número de sesiones, va a depender del problema de cada paciente: al principio y como tratamiento de choque, es habitual tener que pasar por el fisioterapeuta 1-2 veces en semana, y las sesiones se irán espaciando progresivamente hasta que el problema se solucione. Posteriormente, se puede seguir un mantenimiento para prevenir lesiones con una o dos sesiones al mes.
Entonces ¿qué es un osteópata?
Un osteópata es una persona que trabaja específicamente en el sistema músculo-esquelético del paciente con el objetivo de corregir sus problemas en el sistema nervioso y el músculo-esquelético, así como los efectos que estos problemas tienen sobre su salud. El tratamiento que aplica no necesita de cirugía o fármacos. Muchas personas asocian los osteópatas con los masajes y los masajistas. No obstante, ellos se dedican al sistema músculo-esquelético.
La osteopatía tiene un enfoque asistencial diferente: parte de un sistema de diagnóstico y tratamiento específico para incidir en la estructura del individuo y en los problemas mecánicos que pueden aparecer. Fue creada por el estadounidense Andrew Taylor Still y se basa en la creencia de que huesos, músculos, articulaciones y tejido conectivo no sólo tienen la función evidente de formar parte de nuestro cuerpo, sino que desempeñan un papel esencial en el mantenimiento de la salud. Centran su praxis en el tratamiento de los tejidos blandos: buscan liberar la energía atrapada en los músculos mediante manipulaciones.
Actualmente, en Europa la osteopatía solo tiene un reconocimiento pleno en el Reino Unido, donde desde el año 2.000 se la homologó como una carrera universitaria y una profesión independiente. En España, el colectivo de osteópatas es cada vez más numeroso y está formado en su gran mayoría por profesionales que han estudiado los fundamentos de la disciplina a partir de la fisioterapia o medicina.
osteópata o fisioterapeuta
El problema no es la técnica sino que, en España, dichas áreas de conocimiento -quiropraxia y osteopatía- son propias de la fisioterapia, siendo el único que legalmente puede practicarlas.
La legislación española (Real Decreto 1001/2002) establece que son funciones de los fisioterapeutas, entre otras, el establecimiento y la aplicación de cuantos medios físicos puedan ser utilizados con efectos terapéuticos en los tratamiento… y la realización de actos y tratamientos de masaje, osteopatía quiropraxia, técnicas terapéuticas reflejas y demás terapia manuales específicas, alternativas o complementarias afines al campo de la fisioterapia.
La osteopatía y la quiropraxia están reconocidas por la OMS como medicina tradicional complementaria y valora que deben ser profesionales sanitarios titulados y regulados quienes las apliquen. Esa es la diferencia, en España se consideran conocimientos propios de la fisioterapia y la formación para ejercerlas solo pueden impartirla legalmente en las facultades de Fisioterapia o en los cursos oficiales de postgrados.
El artículo 27.1 de la Constitución reconoce la libertad de enseñanza, lo que facilita que, al margen de la formación oficial, puedan existir otros tipos de formación reguladas. Estas, al no estar reconocidas oficialmente, carecen de cualquier posibilidad de habilitación profesional, por mucho nombre que tenga la entidad que las imparte.
En el caso de los masajistas es parecido, no es una enseñanza universitaria y sólo el fisioterapeuta puede aplicar el masaje terapéutico. Un masaje relajante podría aplicarlo un masajista pero sus conocimientos del sistema músculo-esquelético siempre serán menores que los de un fisioterapeuta.
Resumiendo, nunca hay que desautorizar las técnicas empleadas en la osteopatía o la quiropraxia, todo lo contrario, se deben valorar como útiles, como una herramienta más a la hora de tratar al paciente. Tampoco considerar que una técnica sea más válida que otra, siempre dependerá de la lesión que presente el paciente, ya que cada persona es única y así debe ser su tratamiento. Lo único que hay que puntualizar es que, a la hora de elegir en manos de quién dejamos nuestra salud, debemos asegurarnos de que ese osteópata o fisioterapeuta antes de aplicarnos el tratamiento ha cursado la carrera de fisioterapeuta y está habilitado legalmente para aplicarnos la terapia que considere oportuna.
Esperamos que el artículo haya servido un poco para despejar las dudas de si se tiene que ir al osteópata o fisioterapeuta para tratar sus dolencias. Para cualquier duda, podéis visitar y os atenderemos encantados.