La tendinitis de pulgar en Granada con YoFisio
¿Qué es la tendinitis de pulgar?
Ya hemos explicado en otros apartados que el tendón es la parte del músculo que lo conecta con el hueso y que, en su parte extrema, enlazando con el vientre del músculo, encuentra su punto más frágil y en el que suele producirse la lesión que conocemos como tendinitis o tendinosis. En el caso del pulgar, el tendón que permite el movimiento de la articulación del dedo, como ocurre con el resto de tendones de la mano, es especialmente vulnerable por su falta de protección frente a la que presentan otros tendones del cuerpo. De este modo, cuando se produce un traumatismo, determinadas enfermedades reumáticas que producen inflamación (gota o artritis, por ejemplo), o un movimiento repetido que fuerza la articulación y el músculo y repercute negativamente en el tendón, se puede provocar la tendinitis de pulgar.
De hecho, de las posibles causas expuestas para que tenga lugar una tendinitis del pulgar, la más habitual es la consistente en el movimiento reiterado. Podemos suponer que en el caso de otras tendinitis, como la de codo o la de hombro, ese movimiento repetitivo puede deberse a una actividad deportiva o laboral concreta. Sin embargo ¿En qué casos se produce esa acción repetida de la articulación del dedo pulgar?
Lo cierto es que hay situaciones en que este movimiento se reproduce, por ejemplo, en el caso de madres primerizas que colocan su dedo pulgar para dar de mamar a su bebé, en el de músicos de determinados instrumentos, cirujanos que utilizan el dedo pulgar para el manejo del instrumental, o respecto de los mismos fisioterapeutas y masajistas a la hora de aplicar técnicas de manipulación.
Otras causas para que se produzca una tendinitis del pulgar sería, por ejemplo, un cambio hormonal en la mujer embarazada o lactante, o bien una fractura que provoque un movimiento inadecuado del dedo con posterioridad.
¿Cuáles son los síntomas de la tendinitis de pulgar?
Como ocurre en los otros casos de tendinitis, se produce, como síntoma primero, la sensación de fuerte dolor, en este caso, en la parte del dedo pulgar junto a la muñeca. Se trata de un dolor que, en un principio, es moderado pero que, conforme avanza el estado de gravedad de la tendinitis, se va volviendo más intenso. En una fase posterior, el dolor incluso se extenderá hacia toda la mano.
Como segundo síntoma a destacar, encontramos el de la inflamación. Efectivamente, el dedo pulgar tiene a inflamarse e, incluso, puede llegar a desarrollarse un quiste.
El tercer síntoma que mencionaremos es una consecuencia directa de los dos anteriores: la dificultad para mover el dedo o incluso la inmovilización total, habida cuenta de que el dolor y la hinchazón actuarán impidiendo la funcionalidad del pulgar, así como convirtiendo en tremendamente engorroso el agarre o sujeción de cualquier objeto.
¿Cuál es el tratamiento para la tendinitis de pulgar?
Como ya hemos relatado en otros apartados de esta web al respecto de la tendinitis, es fundamental que médico y fisioterapeuta actúen coordinadamente, de modo que sus tratamientos sean paralelos y coherentes. En el caso de la tendinitis de pulgar, el médico, en primer lugar, necesitará confirmar que se da en el caso en concreto, más allá de que los síntomas conduzcan a emitir un diagnóstico en ese sentido desde un primer momento.
Así, lo usual será realizar sobre el paciente la prueba de Finkelstein, mediante la que el facultativo interpelará al sujeto para que cierre el puño y doble la muñeca en dirección al meñique, sacando las consecuencias de las molestias que manifieste el paciente, según sus conocimientos y experiencia le indiquen de cara a la emisión de un diagnóstico definitivo.
Emitido el diagnóstico claro, hemos de adelantar que el tratamiento siempre tendrá como objeto reducir el dolor e inflamación y devolver la funcionalidad al pulgar.
Será frecuente recomendar reposo al paciente e, incluso, colocarle una férula o dispositivo similar. A continuación, el médico prescribirá los medicamentos que considere para aminorar el dolor e hinchazón, normalmente de tipo antiinflamatorio.
En este punto, entrarían en juego las actuaciones de la terapia fisioterapéutica, mediante ejercicios que tienen como finalidad rehabilitar el movimiento del pulgar para devolverle su funcionalidad. De este modo, se pueden aplicar sobre el paciente movimientos de cierre y extensión de mano, estiramientos de muñeca, tratamiento de frio-calor, etc, siempre de modo controlado y evitando forzar la articulación hasta el punto de producir molestias.
Los ejercicios se irán intensificando a medida que el dolor lo permita y la vuelta a la actividad que provocó la lesión deberá ser progresiva y controlada, debiendo el paciente seguir los consejos de prevención y cuidado que más adelante especificamos.
En última instancia, en caso de que la gravedad de la tendinitis desaconseje los tratamientos descritos, quedará tan sólo la alternativa de la cirugía, mediante la que se abrirá la cubierta para que el tendón logre moverse correctamente.
Por último, no debemos nunca olvidar la importancia de la prevención para evitar caer en la tendinitis. Para ello es fundamental mantener los músculos de las manos, brazos y antebrazos, tonificados y fuertes. Es útil, a estos efectos, el uso de mancuernas de poco peso, entre uno y dos kilogramos, para llevar a cabo un cuadro de ejercicios. Asimismo, hoy en día encontramos multitud de aparatos para la preparación de los músculos de la mano, que cualquier clínica de fisioterapia de Granada debe contar, como las pinzas de entrenamiento, parecidas a unos alicates, que pueden presentar mayor o menor dureza según las necesidades y características del sujeto.
También debemos ser conscientes de la necesidad de hacer pequeños descansos en la práctica de la actividad que pueda generar la tendinitis y, por supuesto, realizar reposo más prolongado cuando se comiencen a notar las molestias.
En el caso de la tendinitis de pulgar, hablamos de un tendón de pequeñas dimensiones y más vulnerable que otros, por lo que se requiere una especial delicadeza y conocimientos muy específicos para que se logre restaurar el movimiento y funcionalidad perfecta, sin dolor y descartando la posibilidad de que la lesión se vuelva crónica. Ése es el objetivo de YoFisio y nuestro compromiso con todos nuestros pacientes.