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¿Qué es la dorsalgia?
La dorsalgia se encuentra en la columna dorsal, se localiza en la parte posterior de la espalda y presenta una curvatura hacia atrás (cóncava hacia adelante y convexa hacia atrás) que se continua a su vez con las costillas por la parte lateral. El esternón es el cierre anterior donde se juntan las costillas para formar la caja torácica. La columna vertebral está dividida en tres zonas fundamentales: cervical, dorsal, y lumbar. La dorsalgia se concentra en la zona dorsal, es decir, en la mitad de tu espalda media, la que se encuentra conformada por doce vértebras que se articulan a su vez con las costillas y es por eso que es la región que menos va a tener en movimiento tu columna. Esta parte es fundamental para proporcionarle estabilidad y movimiento, y su principal función es proteger tus vísceras
La zona dorsal de la columna vertebral está reforzada por una serie de músculos responsables del cuadro doloroso de la dorsalgia. Los músculos más relacionados con esta afección son los que se encuentran en el músculo trapecio, se trata de los romboides menor y mayor y de la musculatura espinal que se encuentra subyacente, por debajo de esta. El angular de la escápula aunque está muy relacionado con la columna cervical también suele ser un músculo muy involucrado dentro del cuadro de la dorsalgia
La dorsalgia aparece cuando tu zona torácica o región lumbar atraviesan por dolores continuos. La dorsalgia es provocada por malas posturas que adoptas durante todo el día, éstas posturas las adoptas no solo cuando te encuentras sentado sino incluso también cuando estás de pie, en el trabajo y todos tus hábitos diarios que realizas dentro del hogar pueden ser grandes condicionantes para la aparición del dolor de espalda. Sobre todo, los esfuerzo en los que se debe inclinar la espalda hacia adelante, o los trabajos que exigen fuerza con tus extremidades superiores son un claro ejemplo de malos hábitos posturales que pueden ser muy peligros para desencadenar dolor en la región dorsal, acciones tan sencillas como cocinar, coger una caja pesada, limpiar el hogar, planchar, lavarse los dientes, o incluso dormir pueden también generar la aparición de esta patología.
Causas de la dorsalgia
Por lo general el dolor de una dorsalgia es originado por diferentes causas, es raro encontrar casos en los que solo sea por una única causa. Esta patología afecta a más de la mitad de la población adulta en algún momento a lo largo de su vida. El dolor suele manifestarte debido a la localización en la que se encuentra, los tejidos blandos, músculos en actividad y ligamentos. Para el diagnostico lo primero que se aconseja es descartar otras causas o enfermedades que se hayan sufrido con anterioridad y que estén asociadas a la zona dorsal. Otras enfermedades relacionados pueden ser sufrir dificultades al respirar, fracturas, tumores o angina de pecho.
Síntomas de la dorsalgia
Como comentábamos anteriormente, el dolor siempre se manifiesta y suele estar localizado en uno de los lados de la espalda o en ambos. Los síntomas más frecuentes de la dorsalgia se encuentran en la zona superior de la espalda, entre los omóplatos o detrás de la hombros. Este dolor suele convertirse en muchos casos en crónico, provocando un dolor intermitente y/o constante más frecuente a última hora del día incluso durante el reposo, aunque dependiendo de tu organismo puedes sentir más dolor en las diferentes horas del día que puede empeorar por alguna postura. Es muy característico que el paciente sienta alivio al presionar la zona con fuerza.
Los síntomas que presentas pueden ser agudos en zonas especificas de tu espalda, afectando principalmente a tus vertebras o costillas, causando dificultades al momento de respirar, o mover tu tronco o tu cuello. Las consecuencias del dolor generan dificultades en tus articulaciones al momento de ponerlas en funcionamiento. Por lo que los principales síntomas son:
- Sentir tu espalda más pesada de lo normal.
- Tener limitados tus movimientos.
- Con posturas mantenidas por largos periodos de tiempo sientes dolor inmediato en tu zona lumbar.
- Sientes espasmos en tu espalda en momentos inesperados.
- El dolor físico puede tornarse con el pasar de las horas a un dolor mucho más agudo.
- Sientes dificultad al momento de respira.
- Notas que tu espalda se resiente en actividad continua y no te responde como antes.
Tratamiento para la dorsalgia
Lo primero que debemos tratar con la dorsalgia es el alivio del dolor. El especialista nos recetará medicamentos antiinflamatorios que ayudan temporalmente, proporcionando poco alivio, ya que no actúan sobre la causa del problema. Lo más recomendable es visitar al fisioterapeuta para tratar el dolor y la causa que lo desencadena.
Las principales técnicas que se utilizan para el tratamiento del dolor en la zona dorsal son:
- El masaje descontracturante.
- Los estiramientos.
- Localización de puntos gatillo y uso de una de las técnicas más eficaces contra el dolor, la punción seca.
- Terapia miofascial.
- Aplicación de calor en la zona para provocar una relajación de la musculatura.
- Manipulación vertebral mediante técnicas manuales de alta velocidad y corta amplitud (osteópata).
- Tratameinto instrumental como el láser o la tecarterapia.
- Uso del vendaje neuromuscular o kinesiotaping para relajar la musculatura dorsal.
Entre los consejos y el trabajo con el fisioterapeuta destacamos la higiene postural, como medida preventiva y de tratamiento.
