Cargando...En nuestra sociedad, una de las enfermedades cada vez más frecuentes son los vértigos, por suerte, existen numerosos artículos científicos que demuestran la eficiencia de la osteopatía a la hora de tratarlos. Además queda demostrado sus buenos resultados gracias a la rapidez en la mejora de los síntomas y la eficacia.
Índice
¿Qué son los vértigos?
Lo primero que debemos aclarar es que el vértigo no es una enfermedad sino que se trata de un síntoma. Se puede presentar como un síntoma dentro de un cuadro clínico que corresponda a una patología general o de forma única y aislada al estar relacionado a una causa concreta (que veremos más adelante).
La sintomatología del vértigo es un malestar al tener una sensación de desequilibrio e una inestabilidad que genera una gran incapacidad e inseguridad para moverse, llegando a tener la sensación de nauseas, desorientación y pudiendo incluso perder el conocimiento. A estos síntomas hay que añadir la sensación de que todas las cosas dan vueltas, una sensación que puede durar desde algunos segundos a permanecer durante algunas horas. Puede venir acompañado de dificultar para el enfoque ocular, sudoración y la pérdida de la audición en uno de los oídos.
Causas de los vértigos
No existe una única causa que explique el porqué se producen realmente los vértigos. Los principales motivos los podemos clasificar en tres grandes grupos:
De origen periférico
Uno de los órganos responsables del equilibrio es el oído, concretamente el oído interno que es donde se encuentran unas estructuras internas llamadas cóclea y canales semicirculares. Son precisamente estas últimas las qe contienen unas células pilosas, cuya función es transmitir el impulso hacia el cerebro que es el que va generar el estatus de movimiento en el cuerpo. El impulso se trasmite al cerebro a través del nervio auditivo.
Las células pilosas sólo transmiten este impulso si son estimuladas, y su estímulo viene provocado por un líquido llamado endolinfa, que baña los canales semicirculares. Si movemos la cabeza, la endolinfa se mueve, y con ella las células pilosas son estimuladas, dándole una idea al cerebro de cómo se encuentra la cabeza con respecto al cuerpo y qué es lo que se necesita para mantener el equilibrio.
Lo que sucede cuando el vértigo se produce por un problema en el oído es lo siguiente: el líquido que está en los canales semicirculares puede seguir moviéndose a pesar de que nuestra cabeza y nuestro cuerpo estén parados, como puede pasar con un líquido que esté en un vaso que después de agitarlo se sigue moviendo aunque el vaso ya esté quieto. Por este motivo, el cerebro entra en un conflicto ya que las células pilosas están transmitiendo el estímulo de estar en movimiento al no detenerse el liquido a pesar de que el cuerpo está quieto. Este conflicto es lo que causa el vértigo.
De origen central
Cuando hacemos referencia al origen central, nos referimos a que se produce por un problema en el cerebro, donde se integran los estímulos y las respuestas que controlan el equilibrio. Como pasa con cualquier otro órgano, el cerebro necesita de los nutrientes que están en la sangre (como proteínas, oxígeno, glucosa, etc) para su correcto funcionamiento. Si por algún problema se bloquea el riego sanguíneo que va hacia el cerebro, impidiendo que las células se nutran correctamente, fallando los procesos de integración.
Cuando esto ocurre en en el área del cerebro encargada del equilibrio y la arteria cerebral es cuando se produce un bloqueo, se empieza a perder potencial para realizar las funciones, y es lo que genera la aparición del vértigo.
Dentro del origen central también están lo problemas en la zona cervical. Enfermedades cervicales como la artrosis (generalmente en ancianos), dolores crónicos, una mala postura, falta de movilidad o incluso cuando estamos con problemas de mucho estrés pueden terminar generando cuadros de vértigo.
Otras causas
Existen otras causas que pueden provocar vértigos:
- Por problemas en la articulación temporomandibular (ATM).
- Alteración del sistema propioceptivo.
- Problemas en la vista, que nos proporciona información sobre nuestra situación respecto a los objetos que nos rodean.
- Tumores que se localizan en la fosa posterior del encéfalo.
- Traumatismos craneales.
- Algunos fármacos pueden provocar vértigos por toxicidad directa en las estructuras del oído interno.
Tratamiento de los vértigos
Lo primero que debemos hacer, y más importante, es realizar un buen diagnóstico que nos haga saber la causa o causas que provocan la patología en el paciente. Será necesario apoyarse en pruebas diagnósticas y que sean revisadas por un especialista, en este caso un otorrino, para que sea este el que diga exactamente cuál es el causante del vértigo.
Una vez realizado el diagnóstico, es cuando nos podemos plantear que técnica de osteopatía aplicar. Cuando la patología se ha desencadenado por un problema en la columna cervical, en el cráneo, la musculatura y las arterias, podemos aplicar la osteopatía para eliminar el cuadro de vértigo. Las terapias manipulativas se muestran netamente efectivas en casos donde el problema provenga de cambios o alteraciones en la estática de la columna cervical.
Las maniobras cervicales deben realizarse con sumo cuidado verificando la orientación del desvío, rotación, o desajuste vertebral, y actuando selectivamente. El masaje siempre es bien recibido para calentar, palpar, y preparar zonas y articulaciones que se vayan a manipular.
Trabajando la buena movilidad cervical y un tono muscular correcto de la zona favorecemos una vascularización correcta hacia el cráneo que va a mantener la funcionalidad del oído interno y de su nervio vestibular. De la misma forma, trabajando la movilidad y maleabilidad craneal natural eliminamos posibles tensiones y compresiones del nervio, así como la posición correcta de nuestro sistema de equilibrio, que se encuentra en el oído.
Si quieres más información sobre tratamientos osteopáticos, podrás encontrarla en la página que tenemos sobre osteopatía.