Lo primero, si estás de enhorabuena, ¡muchas felicidades! Si por el contrario ya has celebrado la llegada de tu bebé, nos alegramos encontrarte entre las líneas de este artículo para destapar los falsos mitos acerca del suelo pélvico y embarazo. Te invitamos a seguir las 7 pautas para mantener en forma tu suelo pélvico durante y después del embarazo.
Índice
Mitos sobre el suelo pélvico y embarazo
Desde que una mujer anuncia que está embaraza sufre una especie de “asalto” por parte otras mujeres que fueron madres y que «necesitan» transmitir sus consejos (la mayoría de las veces sin haberlo pedido) y experiencias. En algunos casos esas “experiencias” son (falsos) mitos, cuentos de la abuela, desinformación o verdades a medias sobre el embarazo. Sabemos que aunque a veces estos “juegos” pueden ser divertidos, en muchos otros momentos pueden resultar molestos y generar cierto estrés innecesario en la futura mamá. Es por eso, que queremos ayudarte a digerir todo ese asedio y darte la información que necesitas.
Mito 1: “Tienes que alimentarte por dos”
No es cierto, aunque tenga todo el sentido del mundo. Tu cuerpo necesita comer de forma equilibrada, sana y consumir alrededor de 2000 kilocalorías diarias. Solo durante el segundo y tercer trimestres se recomienda aumentar 200-300 kilocalorías más por día para cubrir tus necesidades y las de tu bebé.
Mito 2: “No puedes tomar café”
Si tienes costumbre de tomar café y no puedes pasar sin una taza al día, no te preocupes, no es así. No es bueno abusar del café, pero puedes consumir una o dos tazas al día. Podrás consumir hasta 200mg de cafeína por día sin ningún riesgo para ti o tu hijo – el equivalente a dos cafés instantáneos.
Mito 3: “Olvídate del alcohol”
El consumo de alcohol durante el embarazo es complicado en cuanto que las personas suelen entender que a más cantidad de alcohol ingerida mayor porcentaje de posibles problemas en el feto; Por lo que, se pretende justificar que tomar alcohol en ocasiones especiales no tiene importancia. Pues bien, podríamos decir que es algo que ocurre al azar y no por la cantidad de alcohol que se ingiera, ya que el alcohol es malo para el feto independientemente de la cantidad y las veces que se ingiera durante el embarazo. Aunque es poco probable que un sorbo de alcohol en una ocasión especial cause problemas graves, siempre es mejor no jugársela evitando consumir alcohol durante el embarazo ya que beber alcohol durante el embarazo puede causar trastorno del espectro de alcohol fetal (FASD) que se manifiesta en defectos de nacimiento y problemas de desarrollo.
Mito 4: “Deja de comer pescado”
No es cierto, puedes tomar pescado. Los mariscos pueden ser una gran fuente de proteínas, hierro, zinc y omega-3, que son importantes para el crecimiento y desarrollo de tu bebé. La peculiaridad se encuentra en ciertos tipos de que debes evitar: Grandes depredadores como el tiburón, la caballa, el pez espada y el blanquillo. Esto se debe su alto contenido en mercurio, que puede causar daño al sistema nervioso del feto. Asegúrate de que todos los pescados que consumas se preparen cuidadosamente para prevenir cualquier bacteria y no caigas enferma.
Mito 5: “Alejate de los gatos”
El gato no te enfermará, pero su arenero sí. Las heces de los gatos pueden portar un parásito llamado toxoplasmosis, y en casos muy raros las mujeres pueden pasárselo a sus bebés no nacidos. Si esto sucede, existe la posibilidad de que tu bebé desarrolle problemas oculares o sufra de discapacidades mentales a medida que crecen.
Para evitar problemas y reducir al máximo los riesgos, pide ayuda si necesitas vaciar el arenero de tu gato. Si no tienes a nadie cerca, lo mejor es que uses guantes y mascarilla, te laves las manos y los brazos cuidadosamente y trates de cambiar la bandeja todos los días. También asegúrate de limpiar todas las superficies que el gato pueda haber tocado con regularidad, especialmente si se encuentra en un área de preparación de alimentos.
Mito 6: “Debes dejar de teñirte el pelo”
Seguro que has oído decir que el tinte para el pelo puede filtrarse a través de tu cuero cabelludo y dañar a tu bebé. Sin embargo, las posibilidades de que los productos químicos en el tinte se absorban a través de su piel y llegar a su bebé son muy pequeñas.
Mito 7: “Olvida volar”
No hay evidencias de que puedas recibir más radiacion ni por la altirud, ni con los escáneres de rayos X del aeropuerto. Éstos apenas penetran en el cuerpo, por lo que es muy poco probable que cause cualquier tipo de exposición fetal. Y sí, se te permite volar. Las regulaciones varían de una aerolínea a otra pero generalmente las mujeres pueden volar hasta 36 semanas de embarazo. Después de 28 semanas necesitará una carta de su médico para que puedas seguir adelante.
Mito 8: “Serán meses de abstinencia”
Algunas personas creen, ciertas cosas, sobre el miembro de su pareja, como que molestará a su bebé… Intenta tener paciencia y buscar un gran libro de anatomía del suelo pélvico para esa persona. El bebé está protegido con seguridad en tu útero por el líquido amniótico, así como los músculos en sí, por lo que un poco de ejercicio y placer entre las sábanas no hará daño a tu pequeño.
Evita obsesionarte y prestar demasiada atención a los consejos o cuentos de abuelas, si tienes dudas mejor consultar a tu médico.
Claves para cuidar tu suelo pélvico durante y después del embarazo
Clave 1: Activar, contrae, y relaja el suelo pélvico
Lo primero que debemos hacer es tomar conciencia de nuestro suelo pélvico. Tener una pelota de fitness, un fitball o una toalla enrollada donde poder sentarnos sobre ella nos ayudará a notar las cuatro superficies óseas, los huesos del culete. Si me inclino hacia delante me apoyo sobre el hueso de la parte anterior de la pelvis, y si voy hacia detrás estoy sintiendo más mi cóccix, la parte final de la columna. Pues bien, entre estas cuatro superficies óseas, delante, detrás, izquierda y derecha, se encuentra nuestro suelo pélvico. El suelo pélvico está compuesto por una musculatura superficial que está directamente relacionada con la función de contención (orina, gases, heces,…) y que es la que ejercitamos cuando se realizan contracciones concéntricas de los músculos situados alrededor de los esfínteres.
Si sólo realizamos esas contracciones, no estaremos ejercitando la musculatura profunda del suelo pélvico, la principal responsable de la función de sostén de los órganos contenidos en el abdomen y la que nos protege de un posible prolapso. Para ejercitar la musculatura profunda del suelo pélvico es necesario no sólo contraer concéntricamente los músculos alrededor de los esfínteres, sino también intentar elevarlos hacia arriba, hacia el interior de nuestro cuerpo. De igual importancia que la contracción y elevación de los músculos del periné es la relajación. Lo que importa es la calidad no la cantidad de veces que podemos repetir las contracciones. Es mejor, buscar un momento tranquilo y realizar los ejercicios de Kegel: activar, contraer, elevar y relajar el suelo pélvico.
Clave 2: Activación del transverso
El suelo pélvico funciona de manera coordinada con el core, es decir: el diafragma, el transverso abdominal profundo y los multífidos. Es muy importante mantener en forma el músculo transverso del abdomen, ya que su labor es la de dar estabilidad al cuerpo, dirigir las fuerzas y presiones que se producen en el cuerpo.
Cuando esas presiones que se producen en el día a día al toser, levantar un peso, saltar, reír, correr, etc… se reciben en exceso en la cavidad abdomino-pélvica, las denominadas hiperpresiones, el transverso se encarga de contrarrestarlas evitando que éstas recaigan sobre los músculos del suelo pélvico y acaben debilitándolos. Es decir, al activarse el músculo transverso del abdomen, el suelo pélvico queda protegido de presiones excesivas o hiperpresiones.
Clave 3: Cuida tu postura
Debemos cuidar la higiene postural durante el embarazo y después del parto. Es un periodo delicado y debemos prevenir lesiones y/o futuras lesiones.
Clave 4: Mantente activa
Si no has recibido indicaciones de reposos por tú médico, te recomendamos mantenerte activa durante y después del embarazo, en la medida que puedas.
Clave 5: Evita los deportes de impacto
Elige deportes en los que tu suelo pélvico no sufra. Correr, el tenis, aerobic…son de alto impacto durante y después del embarazo. Te recomendamos practicar deportes de bajo impacto, como por ejemplo la natación, elíptica, bicicleta que eviten someter al periné a más estrés del que ya de por sí durante el embarazo y el parto recibe.
Clave 6: Cuida tu dieta
Cuidar de tu alimentación y mantener una dieta sana y equilibrada para no sobrecargar el suelo pélvico con un aumento de peso.
Clave 7: Masaje perineal
Al igual que en el postparto os recomendamos realizar los ejercicios de Kegel, en la última etapa del embarazo es aconsejable el masaje perineal para evitar desgarros y episiotomías el día del parto.